Continuamos pues, con la demostración de franqueza que debe fomentar una buena relación entre socios, para que un negocio funcione. Esta actitud es básica, para que el negocio tome forma y se liberen desde un principio muchos de los problemas que se irán generando con el tiempo.
Lo primero que vamos a hacer es dejar por escrito los objetivos que plantean ambas partes, a corto, medio o largo plazo, así como las obligaciones y funciones que asume cada uno. En resumen, se redactará un contrato con las clausulas pertinentes que incluyan las vacaciones, las funciones y procedimientos y políticas para la disolución de la sociedad. Lo mejor es hacerlo ante notario, de esta manera, el contrato tendrá plena validez.
Lo ideal es dejar todos los formalismos cerrados, es una manera de emprender un proyecto con seriedad y legalidad.