La racionalización de horarios en el trabajo: 10 pautas para lograrlo

La Comisión Nacional para la Racionalización de los Horarios Españoles (ARHOE) ha hecho público un decálogo de pautas para la racionalización de los horarios en España y alcanzar, en cierta medida, el difícil reto de la conciliación de la vida laboral y familiar. Estas pautas entran dentro de lo que podríamos considerar «de sentido común» y, sin embargo, no son tenidas en cuenta convenientemente en los entornos de trabajo, por lo que es altamente recomendable hacer hincapié en ellas, más aún ahora que se acerca la conmemoración del Día Internacional del Trabajo, y recalca que no es cierto el tópico de que es más productivo quien más horas pasa en su lugar de trabajo.

Según Ignacio Buqueras y Bach, Presidente de la Comisión Nacional, en declaraciones que recoge la web Baquia.com:

Coincidiendo con la próxima celebración del Día del Trabajo, la Comisión quiere ofrecer ideas, un Decálogo, para una mejor conciliación entre la vida personal, familiar y profesional. Existen una serie de vicios adquiridos en el ámbito del trabajo que van totalmente en contra de la conciliación, la igualdad, la productividad y la racionalización de los horarios. Por ejemplo, el mito de que es más productivo quien más horas pasa en el trabajo. Debemos romper con esos hábitos si queremos equipararnos con la realidad europea en materia de horarios, productividad y calidad de vida”.

Y es que pasar más horas en el trabajo no equivale a trabajar más, ni mucho menos a ser más productivo. De hecho, estamos en el grupo de los países de la Unión Europea con jornadas laborales más largas y, paralelamente, con una productividad más baja. Asímismo, la dificultad de conciliación de vida laboral y familiar ocasiona millones en pérdidas a la s empresas y a la economía en general debido a las altas tasas de absentismo laboral y al hecho de que todavía muchas mujeres se vean obligadas a dejar aparcada su carrera laboral para ocuparse de su familia, o incluso que en el propio trabajo no sean promocionadas a puestos de responsabilidad por este motivo.

El diario ADN publica una serie de consecuencias negativas de la tradicional jornada «a la española», con tiempos desproporcionadamente largos para comer y horarios de salida por la tarde «flexibles»:

Con la tradicional jornada ‘a la española’, que se prolonga hasta avanzada la tarde o incluso la noche, resulta extremadamente complicado conciliar la vida personal, familiar y laboral. El trabajo invade a menudo la esfera privada de los trabajadores, provocando en ellos un desequilibrio emocional; las personas se vuelven irritables, menos comprensivas con los intereses corporativos de su empresa, más propensas a sufrir accidentes laborales o de tráfico, y con evidentes riesgos para su salud. En España el estrés es, después de la gripe, el principal motivo de absentismo laboral, y origina el 22% del total de bajas por enfermedad.

Y, al mismo tiempo, una serie de consecuencias positivas de promover la conciliación de la vida laboral y familiar, racionalizando los horarios en el trabajo:

Un hombre o una mujer a los que se les permite elegir parte de su horario o quedarse dos días a la semana trabajando en casa para estar junto a sus hijos rinden más. La conciliación, desde luego, es rentable; y es un reto necesario y urgente si queremos avanzar hacia una mayor calidad de vida.

(…) Ppromover horarios racionales permite conciliar la vida personal, familiar y laboral, favorecer la igualdad y aumentar la productividad, entre otras ventajas.

Es por ello que en la víspera del día del trabajo, no vendría mal echar mano del sentido común y recordar el sencillo decálogo propuesto para racionalizar los horarios en el trabajo:

  1. Separe lo personal de lo laboral. Intente seguir la regla de los 3 ochos: 8 horas de trabajo, 8 horas de descanso y 8 horas de tiempo libre.
  2. Priorice. No todas las tareas pendientes son urgentes, y dentro de las urgencias, unas son más apremiantes que otras. Organice su tiempo en función de éstas y no devalúe el sentido de la palabra “urgente”.
  3. Aprenda a decir “no”. Le ayudará a gestionar adecuadamente el tiempo y a evitar tareas que no le corresponden dentro de la empresa.
  4. Planifíquese. La planificación es la piedra angular de la gestión del tiempo. Algo tan simple como escribir un listado de tareas es extremadamente útil.
  5. Sea respetuoso con su tiempo y con el de los demás. Si se ha comprometido a no extenderse más allá de un tiempo en una determinada tarea, sea escrupuloso con su cumplimiento, y exija a los demás que lo sean también.
  6. Sea puntual. Es una señal de respeto hacia el tiempo de los demás que es tan importante como el suyo. Si respeta los horarios de sus citas o de comienzo de jornada estará más legitimado para salir puntualmente a su hora.
  7. Evite y combata el “presentismo”. La competitividad hace que se necesite trabajar mejor. Las empresas cada vez evalúan más a sus trabajadores de acuerdo a sus resultados. Pasar 12 horas al día en la oficina no nos ayudará a ser más valorados en el trabajo ni a ser más productivos ni más eficaces.
  8. Convoque reuniones sólo cuando sea necesario. Las reuniones son una excelente herramienta para alimentar la comunicación pero a menudo se pueden sustituir por una simple conversación telefónica.
  9. Organice sus reuniones para que no se extiendan más allá de lo debido. Hay que fijar no sólo hora de inicio sino también de finalización. Previamente mande a los participantes un orden del día con los puntos a tratar, y encauce el tema de la reunión si se desvía de dichos puntos.
  10. Sustituya las comidas de trabajo por desayunos de trabajo. Igual de efectivos para la toma de decisiones pero mucho más breves

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