Activar el ahorro

Cuando estamos hablando de la gestión del patrimonio personal podemos afirmar sin duda que tener cautela no sólo es una actitud perfectamente comprensible en los tiempos que corren si no también una actitud muy saludable, la cautela va a llevar a una selección más exhaustiva del destino en cuanto ahorro e inversión del citado patrimonio personal que, probablemente, se ajuste mucho más a nuestras características reales que cuando tomamos dichas decisiones por impulso.

Sin embargo no debemos confundir la cautela con el miedo. Tras los sucesos los mercados en los últimos meses y el proceso de rescate a Chipre con los consiguientes mensajes que han ido desde el catastrofismo hasta un exceso de optimismo en lo que a nuestro país se refiere.

Muchos usuarios han pasado de entender la cautela como un proceso en el que buscamos la mejor de las opciones; productos con mayores garantías, banco sin comisiones, rentabilidades prudentes a cambio de mayor seguridad… a una especie de pánico más o menos justificado en el que pareciera que lo más adecuado para nuestros ahorros se la vuelta al antiguo concepto de guardarlo bajo el colchón.

A fecha de hoy podemos afirmar sin ningún tipo de duda que mantener nuestro ahorro inactivo, tal y como daría a entender la figura anterior, se convierte en una muestra de miedo que poco o nada va a beneficiar a nuestra economía particular.

Obviamente la prudencia debe ser una constante, si el usuario por ejemplo busca una rentabilidad sin sacrificar garantías podrá encontrar opciones en los depósitos o los fondos garantizados entre otros productos, si busca apostar las inversiones podrá apostar por el mercado monetario e invertir en divisas, o valores refugio, en definitiva, activando el ahorro a partir de la prudencia pero sin renunciar a su rendimiento, siempre ajustando el producto a nuestras características y nunca al revés.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *