Me es difícil creer en los fantasmas, al no tener un acercamiento con este tipo de fenómenos muchas veces inexplicados, a diferencia de las plazas fantasmas que se encuentran en las instituciones de los gobiernos, obteniendo sueldos y beneficios laborales, muchas de estas plazas se crean con los familiares de los funcionarios a cargo de las instituciones.
Al darse este tipo de fraude contra la población, deben se castigarse con reparos económicos de un 200%, de los beneficios obtenidos fraudulentamente.
Nos es difícil creer en lo que no se ve, a diferencia de estos casos son hechos con pruebas y bases legales para llevarlos a reparos judiciales.