En qué consisten los microcréditos
Los microcréditos son un producto financiero ideado, en un principio, para que las personas y familias más humildes, con dificultades de acceso a la financiación bancaria tradicional, pudieran tener acceso a algún tipo de financiación externa.
Estos microcréditos forman parte de toda una rama de la economía denominada microfinanzas, que engloba distintos servicios financieros como depósitos o seguros, aparte de estos créditos. Su objetivo es el de dar la posibilidad de crear negocios y empresas a personas que no disponen del capital necesario. También son otorgados a nivel personal, para paliar deficiencias en la salud o educación de las familias empobrecidas.
Cabe aclarar que los microcréditos no son caridad, se trata de ayudas para las personas pobres que quieran emprender un negocio con el que ganarse la vida, pero no pueden acceder a la financiación estándar para hacerlo. Se devolverá el dinero recibido junto a los intereses devengados, en los plazos establecidos.
Los microcréditos, en muchas ocasiones, son mucho más que meras cesiones de capital a un tipo de interés bajo. En el contexto de la acción social, se suele acompañar de planes de viabilidad de los negocios creados, ayudas a la formación de los emprendedores o programas de concienciación de los beneficios del esfuerzo colectivo.
Como era de esperar, la figura de estos préstamos tan particulares que otorgan las entidades financieras, incluso algunas organizaciones gestionadas por los propios gobiernos, está en tela de juicio continuamente. Muchos son los que alaban esta ayuda a los más necesitados, pero también hay quien los ve como algo inútil y mal intencionado. La mayor crítica que se le hace al sistema del microcrédito es que no es un método de erradicación de la pobreza, sino más bien un parche a la misma, y que parece hacer ver que la salida emprendedora de negocios y empresas, es la única forma de salir del estado de necesidad.
Hoy en día, la idea primigenia de los microcréditos no es la misma que se ve en los anuncios, ya que los distintos agentes financieros se han encargado de ampliar el producto a créditos de poca cuantía y rápido plazo de devolución, que son concedidos a cualquier persona o entidad, sin basarlo en cuestiones de necesidad económica.