Las buenas noticias siempre son recibidas con ánimo y alegría. Y sobre todo en tiempos malos, de angustia o desesperación. Esta noticia que usted leerá a continuación es el ejemplo más claro de lo que estamos hablando. En tiempo donde la crisis no nos deja dormir tranquilos, el presidente del Banco Europeo Central, Jean-Claude Trichet anunció que se prevé un tercer trimestre mucho mejor de lo esperado.
Sí, este augurio que abarca a todos los países de la región se da en medio de un presente lleno de vaivenes económicos e incertidumbre en los mercados. Las palabras del máximo mandatario del Banco Europeo se basan en los números que le han entregado, los cuales marcan que hay muy buenos indicios para el futuro inmediato. Claro que advirtió: “No debemos caer en la complacencia, pero la segunda mitad del 2010 no será tan boyante como la primera”.
Trichet también aprovecho para instar a la banca a volver a entregar crédito a las empresas, ya que consideró todo un éxito las pruebas de estrés. Además, aclaró que el precio del euro es el apropiado y que la entidad no planea modificar la actual política monetaria, algo que va de la mano con el Banco de Inglaterra y la Reserva Federal de EE.UU.
Igualmente, más allá de este presente que parece mejorar de a poco y a paso lento, Trichet pidió una flexibilización en los salarios. Esto debe ser realizado con urgencia, sobre todo para la consolidación fiscal y para dotar a las cuentas públicas de un margen favorable de maniobra. Es por eso que el banquero insistió en que es primordial llevara a cabo reformas de importancia en aquellos países más afectados por la crisis. Esto servirá para ajustar y encauzar la pérdida de competividad y la situación de desempleo.
