Destrucción Económica Creativa

Se ha visto que lo característico de las grandes transiciones de la técnica es que se presenta un proceso de eliminación y reemplazo de los segmentos obsoletos de las tecnologías que han llegado a sus niveles de saturación y de regeneración de la parte reciclable de ellas, cuando esto es posible. He aquí un momento cumbre en el surgimiento de una innovación. Este concepto fue una gran contribución de Shumpeter, quien en 1934 caracterizó el cambio tecnológico como una fuente de «destrucción creativa» que supera monopolios y crea nuevas industrias. Es así como hacia la mitad del siglo XX se vislumbraba el agotamiento del sistema o paradigma científico-tecnológico electro-mecánico-químico operante, con la aparición de tecnologías de reemplazo. Esto se hacía evidente con la aparición de los materiales  sintéticos, la tecnología nuclear, la electrónica más avanzada (la que supera al paradigma del tubo de vacío) y el procesamiento más veloz de información.Este ciclo, que puso en crisis a todo el sistema social, cultural y económico de la época no ha terminado aún, y ha sido denominado por algunos «la tercera revolución tecnológica», cuyo paradigma central es el paradigma científico-tecnológico del transistor, que hunde sus raíces en la teoría de la relatividad y en la mecánica cuántica, con base en la cual se desarrolla la física de semiconductores y, posteriormente, la física de estado sólido. De esta última surge el transistor, y con él la revolución de la información, un invento o desarrollo de alta tecnología, que cambió para siempre al mundo y a la actual civilización y dio tránsito a un sinnúmero de desarrollos posteriores en los que se apoya todo el proceso globalizador. Si bien en el fenómeno de la globalización actúan múltiples factores, no cabe duda que el principal es el científico-tecnológico con el transistor como su corazón.

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