Según el índice que elabora el Instituto de crédito Oficial (ICO), la confianza de los consumidores ha subido un 1.30 puntos durante el mes de agosto respecto al mes que lo precedió. Por eso, la cifra escaló a los 74.9 puntos, como consecuencia de una mejor percepción sobre la situación económica española, la economía del hogar y también el empleo.
Más allá de que esta subida no sea muy significante y el indicador aún no supere el máximo relativo registrado en el mes de abril, sí se sitúa en niveles muy alejados de los peores momentos vividos durante la tensión financiera y económica internacional, durante el verano del año 2008, y española, durante mayo de este año. Respecto al mes de agosto del año 2009, el número conseguido en el agosto pasado es muy inferior, ya que se encuentra una diferencia de 4.6 puntos. Igualmente, esta cifra sirve para marcar una tendencia alcista en los próximos meses.
Por otra parte, el indicador parcial de expectativas mostró pérdidas, ya que cayó en un 1.9 puntos. Esto, contando de referencia a agosto respecto de julio. Esto encuentra su explicación en las malas expectativas sobre el empleo (bajó casi 5 puntos: 4.6, en realidad) y la economía española (decayó 1.3 puntos). Las expectativas sobre el hogar se mantuvieron en sus parámetros normales, sin sobresaltos ni caídas precipitadas. Las expectativas de inflación para los doce meses siguientes se han mantenido estables, pero no hay mayores indicios que se vaya a modificar en el corto plazo.
De momento, la situación no ha variado mucho. España intenta salir a flote, pero es una tarea ardua, que será difícil de llevar adelante. Igualmente, algunos buenos indicios reabren la esperanza de que salir adelante no es imposible. Solo es cuestión de intentar buscar un resquicio para que la crisis no nos gane otra vez…
